- Un hombre entra en un bar y dice: Hola, ¿me pone una cerveza, por favor? Y el barman le dice: Oiga, pero, ¿no ve la gente que hay? ¿puede esperarse un momento? El hombre, muy extrañado al ver que el bar estaba vacío se sienta en una silla pensativo, y decide esperar. Al cabo de 5 minutos se levanta y dice: Perdone, ¿podría ponerme ya la cerveza?, por favor... ¡Pero hombre! ¿no puede ser amable y esperarse?, tengo mucha chamba ¿no lo ve? ¡No puedo hacer todo al mismo tiempo! El hombre cansado de la historia agarra un cenicero y lo lanza contra el barman, que pega un grito de dolor, se gira y le dice: Pero, ¿estás loco? ¿qué diablos haces, tío? Y el hombre le dice: ¡Sí hombre!, con la de gente que somos y he tenido que ser yo, ¿no?
- Un señor de mediana edad lleva una hora sentado en un bar mirando la copa sin beberla, cuando llega un camionero alto y gordo y se bebe la copa de un solo trago. El pobre hombre se echa a llorar, y el camionero le dice: ¡Vamos, buen hombre, era solo una broma, ahorita le pido otra copa! El señor le contesta: No, no es eso, es que hoy ha sido el peor día de mi vida. Primero, llego tarde al trabajo y me despiden. Luego, al llegar donde había dejado mi coche, veo que me lo habían robado. Camino a mi casa y veo a mí mujer con otro hombre, y me vengo para acá, y cuando por fin iba a terminar con todo esto, llega usted y se toma mi veneno.
- Este era un señor muy borracho, que ya se le había hecho costumbre a llegar a su casa borrachísimo, su mujer muy enfadada le puso una trampa, se disfrazó de demonio y se escondió detrás de un sillón para asustarlo, el tipo llega, se sienta en el sillón, su mujer sale y empieza a dar de gritos, el sin inmutarse le contesta: ¡No me asustas, no ves que estoy casado con tu hermana!
- Este era un padrecito que en misa dice: Hermanos, en este pueblo se ha perdido la fe. Y un borrachito grita: ¡Nadie sale de aquí hasta que se encuentre! hipp hippp.. |
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